Mérida, Yucatán, a 13 de abril de 2020
Ejecutivo Federal entrega Pre-Criterios 2021 al Congreso de la Unión
El jefe del Ejecutivo Federal, Andrés Manuel López Obrador, envió al Congreso de la Unión los denominados Pre-Criterios 2021, con los cuales se inicia formalmente el diálogo sobre las perspectivas económicas y de finanzas públicas tanto para el cierre de este 2020, como del ejercicio fiscal del próximo año, cuyos detalles se darán a conocer precisamente con la entrega del Paquete Económico 2021, a principios de septiembre de ese año.
Cabe destacar que los Pre-Criterios 2021 ya incorporan los efectos derivados del choque drástico sobre el escenario económico de México y del resto del mundo, como consecuencia de la pandemia asociada al Coronavirus (Covid-19), y los costos asociados a las medidas sanitarias para su contención.
Ese documento establece el compromiso del Gobierno Federal con la disciplina fiscal, y reconoce la necesidad de mantener una postura de las finanzas públicas, la cual contribuya a mitigar los efectos económicos del Covid-19, y respalde los esfuerzos para su contención.
Se aclara en los mencionados pre-criterios, que la velocidad con la que se ha propagado el Covid-19 a nivel mundial ha provocado la pérdida lamentable de vidas humanas, y las medidas sanitarias necesarias para la contención de la pandemia están generando efectos negativos importantes sobre la actividad económica, tales como:
- La disrupción de las cadenas de suministro a nivel global y
- Mayor incertidumbre y volatilidad en los mercados financieros en todo el mundo.
Entre los diversos impactos de lo anterior, destaca también una fuerte caída en la demanda por petróleo y otras materias primas, lo cual está propiciando una reducción en sus precios internacionales. Además, la situación del mercado petrolero se ha visto exacerbada por la guerra de precios entre los gobiernos de Arabia Saudita y Rusia, lo cual ha resultado en una mayor disminución en los precios de los energéticos a nivel global.
Por otra parte, la incertidumbre a nivel global ha generado una recomposición de los portafolios hacia activos con mayor liquidez y más seguros, lo que ha provocado una elevada volatilidad en los mercados financieros, así como el deterioro de la mayoría de las variables financieras nacionales e internacionales, en particular de las economías emergentes.
En este contexto se ha observado una depreciación generalizada de las monedas emergentes, incluyendo el peso mexicano, así como un aumento en las primas de riesgo de los bonos de esas economías.
Derivado de lo anterior, las proyecciones de la actividad económica global han estado sujetas a una constante revisión a la baja en un tiempo muy reducido. Así, el Instituto de Finanzas Internacionales recortó su proyección del crecimiento global de 1.0%, a una contracción de ésta del 1.5%, entre el 5 y el 23 de marzo pasados.
En esos pre-criterios también se prevé que este escenario global, aunado a las medidas internas de distanciamiento social necesarias para contener la propagación del Covid- 19, tendrán un fuerte impacto en la actividad económica y las finanzas públicas de nuestro país durante 2020.
Así, para hacer frente a esta coyuntura, se menciona que el Gobierno de México dispone de diversos “amortiguadores” financieros y fiscales. En este sentido, se inició la implementación de diferentes medidas de política pública, y se prepara un conjunto adicional de acciones, lo cual ayudará a mitigar los efectos de los choques externos e internos sobre la economía, la liquidez internacional y las finanzas públicas. Asimismo, contribuirán a enfrentar los retos en diversas materias como: salud, empleo y liquidez tanto de las empresas como de los hogares en el corto plazo. También se señala que protegerán los ingresos y el bienestar de los grupos más vulnerables de la población, y se fortalecerá la demanda agregada para reactivar la economía en el mediano plazo.
Destaca, además, que se buscará mejorar la eficiencia recaudatoria y generar ahorros presupuestales, especialmente en el gasto corriente, para financiar los programas prioritarios del Gobierno Federal, así como para atender las eventualidades de emergencia de salud y económicas que se presenten como resultado del brote epidemiológico. Adicionalmente se planea privilegiar –como fuente de financiamiento– el uso de activos financieros del sector público, para minimizar el uso de un mayor endeudamiento.
Ese documento concluye que las perspectivas macroeconómicas en la presente coyuntura tienen un elevado nivel de incertidumbre ante la complejidad de la situación de la epidemia, lo que dificulta establecer un pronóstico puntual de crecimiento para la economía nacional.
Por este motivo se considera un rango de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2020 entre -3.9 y 0.1%, consistente con proyecciones de organismos internacionales y de analistas del sector privado.
Se estima que los requerimientos financieros del sector público ascenderán a 4.4% del PIB; el balance público registrará un déficit de 3.3% del PIB; mientras que el balance primario se ubicará en -0.4% del PIB.
La velocidad del restablecimiento de la economía mundial y de la economía mexicana es todavía incierta. No obstante, para 2021 se espera una recuperación de los efectos de la pandemia del Covid-19, es decir, se estima que el crecimiento económico mejore con respecto a 2020 y se ubique entre 1.5 y 3.5%. Cabe mencionar que ese rango se encuentra sustentado en la mejoría en la actividad económica que se espera desde el tercer y cuarto trimestres de este año, una vez que concluya la contingencia sanitaria.
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Atentamente,
Echeverría Castellanos Contadores Públicos, S.C.P.